El Abuso Reactivo Te Meterá en Problemas

 

En este episodio exploraremos el tema del abuso reactivo donde el abusador se enfoca en tu reacción al abuso en vez del abuso. Finalmente comprenderás por qué es normal que hayas reaccionado de la forma que lo hiciste. Descubrirás 5 pasos para recuperar tu poder y tu integridad si es que caíste en esta trampa… Tendrás la oportunidad de descubrir cómo manejar estas situaciones de una forma más empoderada.

Una de las trampas más comunes en la que quedan atrapadas las víctimas de los abusadores es cuando reaccionan a los abusos y provocaciones. A veces incluso reaccionan con agresiones o violencia. Esto siempre te va a meter en problemas. En este episodio, voy a hablar sobre qué es el abuso reactivo, por qué es importante estar alerta a esta trampa y qué puedes hacer al respecto para que dejes de ceder tu poder.

Soy Meredith Miller y estás escuchando el Podcast de Inner Integration en Español, donde puedes aprender las mentalidades y herramientas para recuperarte después del abuso narcisista.

El Abuso Reactivo es cuando el abusador hace o dice algo para provocarte, luego tú reaccionas y él se enfoca en tu reacción al abuso e ignora el abuso que ocurrió.

La gente suele definirlo también cuando te dicen que eres abusivo por reaccionar a su abuso. A veces esto es una transferencia de culpa por parte del abusador para hacerte sentir responsable por su abuso, porque te enojaste y reaccionaste emocionalmente.

Sin embargo, hay ocasiones en las que podrían tener razón. Puede ser que hayas respondido haciendo algo abusivo. Tu reacción no excusa sus actos abusivos, pero recuerda, tampoco excusa los tuyos. Los abusadores no se hacen responsables de sus actos, por lo que están en búsqueda perpetua de un chivo expiatorio sobre el cual puedan proyectar su vergüenza y sus problemas. Están ansiosos por encontrar pretextos para culparte. Si te permites caer en la trampa del abuso reactivo, estarás cumpliendo los sueños húmedos de tu abusador.

Esta reacción generalmente ocurre porque has tolerado y reprimido tu ira, resentimiento, frustración y el malestar emocional lo suficiente como para que un día finalmente estalles y te desates por completo.

No, no es justo. De ninguna manera. Pero no pierdas tu integridad ni tu cordura y dignidad en el proceso. Te quieren volver loco. Planean todo para llevarte a ese punto. Pero ten cuidado porque si caes en esta trampa, terminarás con mucho arrepentimiento y tal vez incluso hasta con más problemas de los que ya tenías. Primero, perderás tu integridad, lo cual bajará tu autoestima. Incluso podrías meterte en problemas con la ley. Es probable que hayas quedado mal con la gente que vio tu reacción (sin importar si fueron o no testigos del abuso que ocurrió antes), pero el peor problema que esto provoca es que acabas en malos términos contigo mismo.

Si te acusan de ser abusivo, pregúntate: ¿Respondiste haciendo algo abusivo?  ¿Les aventaste algo, los abusaste verbalmente o los atacaste físicamente? Si fue así, también te ensuciaste las manos. Entonces, ¿cuál es tu plan?, ¿vas a seguir peleándote en el lodo con el abusador hasta que alguno de los dos acabe realmente malherido? Ten cuidado, estás jugando con fuego.

El abusador incluso podría llamar a la policía y presentar una orden de restricción o presentar cargos en tu contra porque tú también les hiciste algo abusivo, incluso aunque ellos te hayan hecho cosas mil veces más abusivas. Lo más probable es que nadie se dé cuenta de las cosas que el abusador hizo para provocarte, sólo verán tu agresividad. Eso también incluye cuando se aplica la ley. Si no hiciste nada abusivo, pregúntate: ¿Hiciste algo hiriente? Tal vez no fue abusivo, pero dijiste o hiciste algo para lastimar al otro. Intencionalmente o no, sigues siendo responsable por lo que hiciste.

Cuando lastimas a alguien, incluso aunque te hayan provocado, te vas a sentir mal por lo que hiciste y por cómo te dejaste ver en ese instante, apartándote de la persona que tú sabes que eres. Tal vez no abusaste de ellos ni los lastimaste, pero ¿dijiste o hiciste algo como reacción al abuso de lo que ahora te avergüences y desearías no haberlo hecho? A veces, la reacción emocional es cuando dices cosas que podrían ser ciertas, pero esto también te hace ver muy mal porque nadie más que tú comprende la provocación que hubo antes de que dijeras nada; sólo van a ver tu reacción y se preguntarán qué pasó contigo.

El abuso reactivo siempre te hará quedar mal, incluso aunque no hayas hecho nada malo, acabarás haciendo el ridículo frente a todos. Cuando haces algo malo, algo hiriente y/o abusivo, esa sensación te estará persiguiendo mucho más que en otras ocasiones porque sabes que saliste de tu integridad, que te rebajaste al nivel del abusador, que perdiste el control sobre ti y también tu poder en esa relación porque ahora ellos se la pasarán reprochándotelo… para siempre.

Al respecto de este tema, veo a mucha gente que mima a las víctimas y me gustaría aclarar un poco las cosas con una dosis de amor con firmeza basado en la autorresponsabilidad. Si bien tú nunca eres responsable de los abusos que la otra persona comete, sí eres 100% responsable de tus actos y decisiones. Aunque es comprensible que hayas reaccionado a las provocaciones del abusador, tampoco está bien que trates a los demás con violencia. Si al escuchar esto te sientes culpable, entonces reconoce que aún estás en la Etapa de la Víctima en tu proceso de recuperación. Si te quieres convertir en sobreviviente, vas a tener que asumir por completo la responsabilidad de tu vida.

Si aún no puedes comprender esto, déjame hacerte una pregunta. Qué pasaría si le estuvieras gritando a tu pareja por no haber recogido su ropa o por haber dejado los trastes sucios en el fregadero y escalaste la situación hasta el punto de abusar verbalmente diciendo “eres un inútil, no sirves para nada” mientras avientas su ropa por la ventana o tiras los platos al suelo en la cocina.

Entonces tu pareja te pega en la cara. ¿Simplemente te olvidas de eso porque fuiste tú quien lo provocó? “Él me obligó a hacerlo” tampoco es pretexto ni justifica tu comportamiento. Eso es precisamente lo que dice el abusador. Quizás tu abusador te haya engañado o robado dinero o te haya golpeado o destrozado tu casa, y luego te haya dicho, “tú me obligaste a hacerlo”. ¿Es una excusa viable para el abusador? No. Por supuesto que no. Entonces no uses las mismas excusas para justificar tu reacción a sus actos. No te vuelvas como ellos. Hazte responsable de ti.

Ahora que si alguien te ataca físicamente, esa es otra historia. Si te atacan físicamente, es probable que tengas que defenderte físicamente y escapar para salvar tu vida. Nunca, nunca debes quedarte ni volver con una persona que te ataca físicamente. Ese comportamiento es de una vez y se acabó. Pero en este episodio me estoy refiriendo al abuso psicológico, no al abuso físico.

Estos son los casos en los que el abusador te insulta verbalmente, te dice de cosas, te denigra, te avergüenza o usa cualquiera otra forma agresiva de manipulación encubierta. Si respondes a una agresión verbal de ese tipo con otra agresión verbal o con una agresión física, te habrás rebajado al nivel del abusador así que no te sorprendas si te llama abusivo. Ten en cuenta que NO es abuso ponerle límites al abusador, por más que los deteste. La gente tóxica te dice que tus límites son abusivos cuando no pueden sacar lo que quieren de ti.

NO estás siendo agresivo cuando dices que no ni cuando haces valer tus límites.

NO eres abusivo si retrocedes un poco para reflexionar sobre lo que sucedió y en qué punto se encuentran las cosas luego de que ocurrió una situación desagradable.

NO estás siendo abusivo cuando le das prioridad a tu autocuidado en vez de cumplir los caprichos de alguien que sólo quiere robarte tu tiempo y tu atención.

De hecho, todos estos son actos de autorresponsabilidad.

El abusador a menudo va a interpretar estas acciones como abuso porque no obtuvo lo que quería de ti, pero eso no te vuelve abusivo. Cuando te dicen abusivo en estas situaciones, puedes estar seguro de que el abusador sólo quiere culparte a ti para que pienses que estás loco, que estás siendo agresivo o egoísta por establecer límites y priorizar tu autocuidado en vez de complacer a la gente y darles lo que quieren. Entonces, ¿qué puedes hacer si te das cuenta que caíste en la trampa del abuso reactivo?

Aquí tienes 5 pasos para restaurar tu integridad y tu poder:

1. Autorresponsabilidad — Recuerda que tú eres 100% responsable de tus palabras y acciones en todo momento. Escógelas con cuidado, incluso cuando te estén provocando.

Si no asumes plena responsabilidad sobre tu vida, entonces aún eres una víctima desempoderada. Tu poder se restaura al hacerte 100% responsable de tu vida.

2. Sé una mejor persona: aprende a dominar la técnica de responder sin reaccionar para que no te rebajes al nivel del abusador y luego te arrepientas de tus palabras y tus acciones. Respira 3 veces, observa a la otra persona y a la situación sin involucrarte en el drama, luego pregúntate: ¿Cómo es que quiero responder realmente?

Échale un vistazo al Episodio 5 “Responder sin Reaccionar” para obtener más ayuda al respecto.

3. Mantente Íntegro: estás en integridad contigo cuando se alinean tus valores con tus acciones. Si actúas en contra de tus valores, entonces has salido de la integridad. Si esto es algo en lo que quieras trabajar, mantente atento para un próximo episodio llamado: “Recupera tu Integridad luego de las Decepciones en el Amor”.

4. Pon los pies en la Tierra – Si llegaste hasta el punto del abuso reactivo, detente y reevalúa por qué sigues en esa situación. ¿Por qué sigues saliendo con esa persona? Haz un inventario interno: ¿Qué costo tiene seguir en contacto con esa persona? Cuando tienes que perder tu autoestima para mantener alguna relación en tu vida, sea cual sea el tipo (romántica, de amistad, familia, por contacto social, etc.), cuando pierdes tu valor propio, también pierdes los cimientos de los 4 Pilares de la Recuperación y todos ellos se vendrán abajo.

Si aún no estás dado de alta en mi lista de correo, ve a la página de inicio en español e ingresa tu nombre y correo electrónico para que obtengas un curso gratuito para principiantes. Una vez que te registres, recibirás algunos correos educativos de mi parte y uno de ellos se trata de los 4 Pilares de la Recuperación. ¡No te lo pierdas!

5. Lleva tus límites a otro nivel: tus límites protegen tus estándares, y estos están configurados para honrar tus valores. Este es el proceso para generar autovalor. Si quieres tener auto valor, tienes que conocer tus valores y protegerlos con límites. Uno de los límites podría ser el Contacto Cero. Cuando tienes claros tus valores, puedes preguntarte si tendrías que establecer Contacto Cero con esa persona.

¿Esa persona coincide con tus valores y estándares? ¿O necesitas tener más límites con ella para proteger tus valores y, por lo tanto, tu autovalor? Aquí hay otras preguntas que te serán útiles cuando no estés seguro si hace falta poner límites: ¿Te gusta quién eres o en quien te conviertes cuando estás con esa persona? ¿Te quieres parecer a ella? ¿Quieres decir o hacer cosas de las que podrías arrepentirte después? Entonces ¿qué estás haciendo ahí, nena? Replantea tus límites.

La conclusión es que si estás en una situación o en situaciones extremas o exasperantes, donde te están provocando a cada rato y sientes que tienes que reaccionar frente al abuso para intentar recuperar el control, quiero animarte a que te des cuenta de que estás desperdiciando tu energía queriendo controlar lo que no puedes. No surge nada bueno cuando intentas controlar a otra persona, cuando quieres hacer que un abusador deje de abusar de ti o cuando intentas que un abusador admita que lo que está haciendo está mal y que tú tienes la razón. ¡Eso no va a pasar!

Eso sólo es una enorme pérdida de tu tiempo y tu energía, y eventualmente, te meterás en problemas cuando te encuentren distraído o atravesando un momento de debilidad y tengas que reaccionar. Eso sin mencionar que tu propia vida podría estar en peligro cuando sigues con alguien así. Si te quieres preparar para el éxito, trabaja en terminar con esa relación o en escapar de esa situación para que no tengas que volver a pasar lo mismo.

Si te estás convirtiendo en alguien que ya no reconoces a raíz de alguna relación o situación, estás en el lugar equivocado con la gente equivocada.

Alejarte de una situación en la que no puedes ganar no es señal de debilidad. Es fortaleza. Recuerda que una de las peores partes del abuso reactivo a menudo ocurre porque el abusador siempre va a estar reprochándote las cosas. Tú tienes una conciencia y puedes sentir culpa, y eso te va a estar carcomiendo por dentro. Vas a empezar a dejar que el abusador te lastime. Permitirás más abusos porque sientes una cantidad desequilibrada de culpa por lo que hiciste.

Ellos se la van a pasar culpándote de todo, y mientras tanto, por supuesto que nunca van a hacerse responsables ni de ellos mismos ni de las cosas que te hicieron a ti. Cuando caes en el error de reaccionar, no te lo vas a poder perdonar por mucho tiempo porque la culpa y la vergüenza que sientes por dentro se vuelven abrumadoras  y sólo empeoran porque el abusador se la pasa recordándote las veces que hiciste esto o aquello. Ten mucho cuidado con los tipos de abusadores encubiertos que no tienen que decir ni una sola palabra para provocarte. Ellos montan el escenario mucho antes de que nadie se dé cuenta. Quizá lo que te provocó fue algo muy sutil que te dijeron, que te hicieron o que no hicieron.

Luego, tan pronto estás con ellos y con más gente, de repente reaccionas y quedas mal. Tal vez usaron contigo una forma silenciosa de silbato para perro o tal vez se te juntó todo lo que te habían hecho a escondidas desde antes. Tal vez fue el exceso de ira que sentiste cuando lo viste portarse encantador con toda la gente en la mesa que ni idea tenía de lo que esa persona te había hecho a ti. Entonces, tal vez acabes descargando tu ira contra alguien más de los presentes o simplemente digas algo enfrente de todos que te haga ver como un loco o egoísta, e incluso hasta podrías terminar atacando al abusador.

Nadie vio las provocaciones, sólo vieron tu reacción. Es normal reaccionar mal ante una situación de abuso extrema. Es normal caer en la misma trampa varias veces. Pero seas hombre o mujer, tarde o temprano vas a tener que ponerte bien los pantalones y ser lo más honesto que puedas contigo. Pregúntate ¿cuántas veces más estás dispuesto a aprender la misma lección? ¿Cuánto tiempo más te vas a quedar en una dinámica abusiva, justificando tus reacciones en función de lo que hizo el abusador para provocarte y para que al final acabes sintiendo pena por ti, por haber caído de nuevo? En el instante que reaccionaste, en vez de mantener tu autocontrol, dejaste que ganara la energía negativa cayendo de vuelta en la trampa.

En vez de escapar, caíste más hondo. Ahora necesitas hacerte responsable de tus actos y de tus palabras. Puede que hayas quedado como un loco frente a la multitud porque ellos sólo vieron tu reacción. Fíjate bien y es probable que el abusador haya sonreído de un solo lado, lo cual es la expresión de desprecio, cuando vio que te tenía donde quería. Te quitaron tu poder y el control sobre la situación porque dejaste que las fuerzas oscuras se adueñaran de ti. Perdiste tu autocontrol. Sí, te provocaron para que lo hicieras. Probablemente haya sido intencional, o quizás no. No es justo, pero ya pasó. Y también tienes que asumir la responsabilidad de tus actos.

El abuso reactivo es una pérdida del autocontrol.

Está en ti cuando haces eso. Tu programación de antaño causa estas reacciones subconscientes e impulsivas. Puede que ni siquiera hayas vislumbrado otra opción en ese instante. Quizás te sentiste como un niño frente a alguno de tus padres abusivos a quienes tenías que seguir y obedecer. Y ahora de adulto, cuando pierdes el control sobre tu mente o tu comportamiento al dejar que las fuerzas oscuras se adueñen de ti, como cuando al abusador te provoca, podrías olvidarte por un momento que eres adulto para darte chance de no seguir participando en lo mismo, de seguir tu propio camino para que respondas sin reaccionar.

Si te quedas atrapado en el miedo o si quieres tener la última palabra, si tienes fantasías de venganza o pensamientos negativos, todo esto puede entrar en tu mente y tomar las riendas del control. Esto es peligroso. Ahora estás vibrando en la misma frecuencia que el abusador. Quedaste atrapado en la telaraña y ellos sólo van a tener que jalar uno de esos hilos desde lejos para llevarte exactamente hacia donde quieren que vayas. Tienes que escapar de esa red antes de que puedan enredarte más y más. Aquí no sólo se trata de que el abusador se haga responsable de sus actos.

Tú no quedas exento de responsabilidad sólo por ser la víctima.

Cuando caes en la trampa, si eliges reaccionar, si le haces daño a esa persona, también tienes que asumir tu propia responsabilidad. La única salida es la autorresponsabilidad. La vida siempre nos pondrá pruebas. Es posible que no las reconozcas como tal en ese instante. Puede que estés en el proceso de hacerte responsable de tu vida y de repente te topes con una trampa. Si estás desprevenido, podrías acabar cayendo en la red.

De ser posible, desearías evitar esto. Incluso cuando ya tienes plena responsabilidad sobre tu vida, los abusadores pueden encontrar formas para atacar tus puntos débiles. Si fallas la prueba cuando esto pase, recuérdate que tienes que retomar de nuevo las riendas de la autorresponsabilidad y prometerte mejorar para la próxima. Si no pudiste ver la trampa e hiciste algo de lo que te arrepientas ahora, sobre todo si fue frente a un grupo de gente, asume tu responsabilidad y discúlpate contigo y/o con quien sea que hayas ofendido o herido.

Nuevamente, esto no excusa ni justifica los actos ni las palabras del abusador. No te estás responsabilizando de sus actos sino de los tuyos. Luego, retrocede en el tiempo o hazle ingeniería inversa a tus propios pasos. ¿En qué momento perdiste tu autocontrol? ¿Exactamente dónde fue que tomaste una mala decisión o tuviste una reacción impulsiva de la que ahora te arrepientas? ¿Qué deberías haber hecho en su lugar?  Este proceso no es para que te castigues por lo que hiciste, sino para que aprendas de tus propias experiencias y entrenes a tu subconsciente para que actúe distinto la próxima vez.

Vas a sentir vergüenza y culpa después de reaccionar. No te castigues (aunque suele ser más fácil decirlo que hacerlo); mejor mira en retrospectiva y observa en dónde debiste de haber actuado distinto para honrar tus valores y estándares, para cuidar de ti primero. Y definitivamente enmienda el daño que le hayas causado a cualquier persona involucrada. No puedes retroceder en el tiempo ni hacer las cosas distintas por más que quieras.

Pero en tu mente sí puedes trazar tus pasos de nuevo. Puedes encontrar el punto en donde perdiste el autocontrol para que programes a tu mente a que reaccione de otra forma para la próxima. De esa forma es que empiezas a recuperar tu identidad e integridad. El abuso duele, pero lo que más duele es cuando tú mismo te lastimas por no honrar tus valores ni quién eres realmente. Elige responder sin reaccionar para que puedas estar en buenos términos contigo. Ten en cuenta que este proceso de reentrenamiento para reaccionar sin responder no se resuelve al primer intento ni al cabo de unos meses.

Esto lleva tiempo. Estás entrenando tu mente y tu cerebro para crear nuevos patrones. Esto ocurrirá a un nivel perceptivo, conductual y también neurológico a medida que se van creando nuevas redes neuronales y se desconectan las anteriores. Así es como creas nuevos hábitos. Cuando tus hábitos están arraigados desde la infancia, lleva tiempo anularlos, pero es posible. Asegúrate de observar y celebrar tu progreso en el camino.  Aprende de tus errores y programa tu mente para que actúe distinto la próxima vez. Te toparás con sorpresas, la vida está repleta de ellas, así que mejor velas como oportunidades para crecer.

Para evitar la trampa del abuso reactivo y no meternos en problemas con la gente, con la ley y, lo más importante, en la relación con uno mismo, recupera el autocontrol.

Hazte responsable. Cuanto antes, mejor. Comprende que cuando estás reaccionando ante un abusador, haz perdido tu poder. La cediste tu poder al abusador, sin importar cuanto intentes engañarte pensando que tu reacción fue más bien una muestra de poder. Esto no solo se aplica a las relaciones tóxicas sino a la vida en general.

Recupera tu poder sin arremeter ni reaccionar ya que estos son signos de debilidad y no de fortaleza. En vez de eso, recupera tu poder dándote la oportunidad de responder. Recuerda echarle un vistazo al Episodio 5 sobre Responder sin Reaccionar si quieres trabajar en dejar de reaccionar frente a personas abusivas. Esto también te ayudará en la vida porque la vida nos arroja experiencias estresantes que podrían llevarnos a reaccionar de forma impulsiva en vez de darnos el tiempo suficiente para responder como de verdad quisiéramos.

Empodérate asumiendo el 100% de la responsabilidad sobre tu vida y sigue adelante. Esta es la transición de la etapa de la víctima a la etapa del sobreviviente en el proceso de recuperación después del abuso narcisista. Si quieres recibir orientación en este proceso, consulta la Serie SANA de 12 Semanas, mi curso intermedio para ayudarte a pasar de la etapa de la víctima a la etapa del sobreviviente. Lo vas a encontrar en la página de inicio de Inner Integration.com, luego siempre escogiendo ESPAÑOL en el menú. Este giro hacia el empoderamiento lo cambia todo, ¡es como si fuera el comienzo del resto de tu vida!

Close

¡Ya casi es tuyo!

Ingresa tu nombre y correo aquí y luego checa tu inbox para el correo de bienvenido con tu información de acceso.